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Medir y trabajar en el ambiente, mirando al futuro
  • Ganadería

  • Medir y trabajar en el ambiente, mirando al futuro

  • Agustín Inthamoussu, Marcelo Secco y Marcelo Bonomi fueron los disertantes del Foro Ganadero

    En el marco de la Expo Nacional Hereford se realizó el clásico foro ganadero, denominado en esta ocasión “La huella de la ganadería uruguaya, al futuro lo producimos hoy”, en donde con la moderación de Martín Olaverry, se trató al tema desde la mirada de la industria, la producción y desde la asesoría especializada en el tema.El encargado de dar el puntapié inicial fue Nicolás Shaw, presidente de la Sociedad Criadores de Hereford del Uruguay, quien agradeció en primer lugar a la Asociación Rural de Florida por brindar las instalaciones y el trabajo realizado por los directivos para llevar adelante a la Expo Nacional. Sobre la huella indicó que “es importante plantear temas de información actual, creemos que tenemos un pie en el tema, nosotros llevamos adelante un trabajo con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA)”.ASESORÍA. El primero en realizar su disertación fue Agustín Inthamoussu, CEO de Climit, empresa dedicada a la consultoría y asesoría en temas ambientales, “trabajamos mucho en lo referido al carbono, pero también tratamos de cubrir todos los aspectos de la producción ganadera”El experto explicó que nuestro país tiene “un perfil de emisiones que está muy vinculado a la ganadería, es el responsable de las emisiones en nuestro país, porque hoy en día la contabilización se frena en el metano, que es lo que emite el ganado, en un contexto de circularidad”.El CEO de Climit sostuvo que a nivel mundial “pasan muchas cosas”, en donde, por ejemplo, “en algunos países que se sabe que la ganadería emite metano, se le ponen impuestos a la producción, como forma de reducir las emisiones”. “Cada uno tendrá su opinión al respecto de si está bien o mal, pero es algo que está pasando”.Desde nuestro país “se habla mucho, y se quieren hacer cosas para que bajen las emisiones. A Uruguay se lo ha reconocido en diferentes cumbres de cambio climático por el trabajo que se viene haciendo”, comentó Inthamoussu, que además recordó que el país integra el Acuerdo de París y el Compromiso Global de Metano.Los motivos para seguir con el trabajo en la medición y reducción de la huella de carbono son múltiples, entre ellos el especialista destacó a los acuerdos y compromisos internacionales, la eficiencia productiva, las oportunidades de nicho y las posibles barreras al mercado.En referencia a las oportunidades de nicho, el principal de Climit indicó que ya hay mercados dispuestos a pagar a la carne de carbono neutro con un diferencial de precio. Y desde el lado de las posibles barreras, en Europa ya se pone ajustes al carbono, “no parece loco que le pongan barreras a los productos del agro si tienen emisiones en un futuro”.Desde la consultora Climit se mide la huella de carbono, y también se trabaja en un proyecto que genera créditos de carbono, que luego salen al mercado, y pueden incrementar los ingresos a un establecimiento.









    LA VISIÓN DE LA INDUSTRIA. El Dr. Marcelo Secco, CEO de Marfrig, fue el encargado de representar a la industria en referencia al tema, en primer lugar indicó que la empresa lidera los índices mundiales de sostenibilidad. “Hemos generado procesos de crecimiento en base a la toma de capital, y por lo tanto estamos sometidos a una lupa permanente en el uso de ese capital”, expresó. “Hay una organización mundial que evalúan a las empresas y a lo que hacen en esa línea, es casi como clearing en sostenibilidad ambiental”, agregó.Desde Marfrig “se trabaja en cinco capítulos claves para un impacto positivo. Uno de ellos es la sostenibilidad, aspecto en el que se cuenta con una plataforma de seis ítems: control de origen, reducción de emisión de gases de efecto invernadero, bienestar animal, uso de recursos naturales, gerenciamiento, tratamiento y desechos de efluentes y desperdicios, y responsabilidad social. “Estos ítems varían a nivel empresarial según el país del cual se hable, no es lo mismo Estados Unidos, que Brasil o Uruguay”, comentó Secco.Además a nivel empresarial hay “un compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”.Siguiendo en línea con el trabajo que se realiza desde la empresa, se ha aprovechado toda la base que hay en nuestro país y la potencialidad, y se decidió incursionar en un Indicador de Huella de Carbono, aquí Climit fue de importancia brindando asesoría. El concepto era “lo que no se mide no se gestiona, entonces ayudemos a medir. Acá lo que pasa es que uno queda perdido, porque hablar de sostenibilidad está de moda, entonces te atomizan con mucha información, y todo lo que sea en esa línea está bien visto, pero nos costaba bajar esto a los productores”.En esta línea el indicador fue pensando como “una especie de declaración jurada, donde se puede ingresar y empezar a cargar datos del trabajo que realiza a nivel predial”.Desde Marfrig se reservó un presupuesto, se aporta equipo técnicos y una serie de predios que tienen diferentes sistemas de producción, para apoyar a un proyecto que lleva adelante el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria para los próximos tres años, que trabaja en esta línea.En la experiencia a través del contacto con el cliente, Secco manifestó que “el feedback que tenemos es que se necesitan más mensajes, cubrirnos de alguna barrera proteccionista de Europa que puede venir y, a su vez, hay que dar a conocer que los proveedores están en un sistema de mejora continua. Hay que enamorar al cliente del mensaje”.El industrial cerró su disertación haciendo referencia a que es común que se le consulte sobre cuánto más va a pagar el ganado por tener ese diferencial, pero primero hay que lograr capturar un valor por esto.









    LA VISIÓN A NIVEL PRODUCTIVO. Marcelo Bonomi, es productor agropecuario y presidente de Vaquería del Este, un grupo de productores integrado por 50 establecimientos de Rocha, Treinta y Tres, Lavalleja y Maldonado que comercializa su ganado de forma conjunta, y además tiene diferentes acuerdos.Desde Vaquería del Este se cuenta con una certificación, donde se inspecciona al 33% del grupo “es decir que ese porcentaje responde por toda la totalidad, y a esa certificación la venimos renovando hace 24 años, entonces es muy importante la confianza mutua dentro del grupo”.Todos los productores tienen en común que están en el protocolo de carne natural de Instituto Nacional de Carnes, y algunos también tienen la certificación de never ever.Desde el grupo se certifica todo el procedimiento que se realiza a nivel productivo, a través de un círculo virtuoso que consiste en un producto de calidad, registrar, y certificar para luego capturar valor, y esto se va repitiendo, bajo el eslogan de “hacemos lo que decimos que hacemos”. “Que la gente confíe en nuestra palabra es lo que nos gratifica”, afirmó.Además, como base de sustento, existe una metodología de trabajo: “le das una revisión anual a tu empresa, lo cual considero que es bueno”.A nivel global, el presidente de Vaquería del Este comentó que en los últimos años “hay una dificultad para lograr una diferenciación, y además el mundo ya nos empieza a mirar de reojo, como Bill Gate, que declaró hace unos años que la carne vacuna era la responsable del calentamiento global, ahí hay un punto de inflexión, nos ven como culpables, entonces tenemos que demostrar nuestra inocencia”.En esta línea, Bonomi sostuvo que el trabajo que hay que realizar “no es revoleando el poncho, hay que medir, en Vaquería nos planteamos eso, y con la información que había tratamos de arrancar, nos contactamos con la Facultad de Agronomía, con la consultora de Agustín (Climit), se formó ese equipo y hoy estamos presentando nuestra herramienta: Herramienta Ambiental de Vaquería del Este (Have).El Have “funciona como una aplicación que permite ingresar información básica de gestión de los establecimientos, y como resultado salen indicadores de desempeño ambiental”. Además se trata de vincular esto con un margen económico, “lo que nos permite modelar lo que sucede si hago determinadas prácticas ambientales, si hago plata, pierdo o me mantengo”.









    INTERCAMBIO. Posterior a las disertaciones, se formó una mesa redonda con la participación de los tres especialistas. Bonomi, consultado sobre la posibilidad de valorizar de forma diferencial el ganado, comentó que “es una apuesta, hoy no hay un número, pero si lo hay más adelante, tenemos que estar en las puertas, estamos en las gateras”. Por su parte, el industrial, Marcelo Secco indicó, en diferencia a la producción de carne orgánica, que ya hay un protocolo armado. “En este caso hay que crearlo, hay que saber en dónde estamos parado, y además la amenaza de que esto se transforme en una barrera”, señaló.El CEO de Climit por su parte, sostuvo que han recibido a empresarios “con mucha ansiedad” por medir y certificar. “Se los aterriza de que es algo que lleva su tiempo y tiene un determinado costo. Cuando viene un productor individual y pide un presupuesto, a veces se hace cuesta arriba, pero hay otros beneficios”.“Plantar una hectárea con silvopastoreo sale US$ 500 por hectárea, a los 15 años se puede cosechar 150 m³ y eso dependiendo del valor de la madera puede generar US$ 8.000 más 100 créditos de carbono por hectárea, que podría valer US$ 20, entonces tenes US$ 2.000 más por créditos de carbono en un plazo de 10 o 15 años”, explicó Inthamoussu.

  • 2024-05-19T07:00:00

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